viernes, 9 de abril de 2010

Número de suerte


Era el día ocho de agosto de 1988. A las ocho y ocho de la mañana, Octavio leía la página ocho del diario. Había tomado ya ocho tazas de café y podía sentir esa ansia correrle por la sangre. Hoy se cumplían ocho años desde que contrajo matrimonio con Otilia. El día no le podía ser más propicio.

―Cariño, me siento con suerte. Iré a las carreras de caballos y le apostaré todos nuestros ahorros a Octagon, el caballo más prometedor de la octava carrera.

Ella, apacible, le dio un beso en la frente. Y así, sin más, partió él, con una sonrisa a flor de labios y la esperanza tatuada en los ojos.

Pasaron las horas y, a las ocho de la noche, volvió Octavio a casa.

―¿Cómo te fue? ―preguntó ella, llena de afán por escuchar las buenas nuevas― ¿Hemos ganado? ¿En qué lugar llegó Octagon?

Él, sin levantar la mirada, sólo alcanzó a decir.

―Llegó octavo.

Imagen: Horse Race by sb

4 comentarios:

Víctor dijo...

Buen relato, Oriana. Muy trabajado: Octavio, Octagon, Otilia... Muchos detalles y bien cuidados. Y el final también está correcto.

Si te tuviera que poner nota, por lo menos un 8 te caía, jejeje.

Un abrazo.

Oriana P. S. dijo...

Jejejeje :)
Empezarás tú también a poner nota? Mmmmmm... pensándolo bien, voy a dejar de tenerte cariño :P

Me alegra que te haya parecido bueno.
Otro abrazo para ti.

Salemo dijo...

Más le hubiese valido a Octavio quedarse en su casa viendo en la tele el Chavo del ocho. Se ahorraba ochocientos ochenta pesos ( tengo información de que eso es lo que apostó).
Muy bueno.

Jose Ramon Santana Vazquez dijo...

...traigo
sangre
de
la
tarde
herida
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...


desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ


TE SIGO TU BLOG




CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...


AFECTUOSAMENTE
ORIANA

ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DEL FANTASMA DE LA OPERA, BLADE RUUNER Y CHOCOLATE.

José
Ramón...