sábado, 29 de noviembre de 2008

Fugaz.


Nació, en una explosión de luz y hielo... ¿o quizá sería calor? En el espacio exterior da lo mismo quemarse con fuego o quemarse con frío. Nueva, brillante, constelada. Y con lo pesado que es transmitirse en la magnitud de su halo luminoso, mostrarse inmediatamente reluciente; decidió simplemente vagar, encontrar un sitio dónde ubicarse para poder ser.
“Quiero que él se enamore de mí”, pedí al verla pasar, al atraparla en esta noche helada.
Obtuvo sombra, obtuvo destello, obtuvo un deseo.

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