viernes, 18 de setiembre de 2009

Llegadas



Imagen: Moon

Miraba por la ventana. Esperando. Él llegaría, como siempre, cuando la luna esté redonda y madura como el amor que ella sentía. Aguardaba. Y su rostro se iluminaba al ver la silueta masculina marcarse en el horizonte. Él se aproximaba, augusto, grande, amable. Ella explotaba de amor previamente, sin que él la haya tocado aún, sin haberla mirado siquiera. Él se sentía en casa, por fin. Recibiría un abrazo y un beso, el calor de la noche y la humedad de la madrugada. Ella imaginaba sus manos recorriéndola bajo la luz de las velas, deseaba entregarse y dejarse llevar por el ritmo de un corazón desbocado. Él se sentía cada vez más cerca, casi no podía esperar a ser presa de esos brazos que él amaba. Ella lo vería cruzar la puerta y se imaginaría lo que sería abrazarle. Pero no, tampoco esta noche. Ninguna noche. Porque él siempre entraría a la casa vecina. Y ella seguiría esperando inútilmente.

7 comentarios:

Esteban Dublín dijo...

El amor no correspondido, el más duro, el más cruel de todos.

Oriana P. S. dijo...

Pero igual, seguimos esperando.

Gi dijo...

Dolió...

Oriana P. S. dijo...

Snif, sip.

Víctor dijo...

Qué lástima haberme perdido también este sitio durante tanto tiempo, Oriana. ¿Por qué nadie me avisó?

Me doy un paseo,

Un saludo!

Oriana P. S. dijo...

Víctor, ya no sé por dónde seguirte. ¡Estás en todos lados!

Saludote :)

Javier López dijo...
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