Imagen: Abstract Heart
Ahí estaban todos, en la sala de espera. Sin números de turno ni nada, ellos ya sabían cómo eran estas cosas. Alguien saldría por esa puerta y les llamaría para ser parte de alguna experiencia hecha sólo para él o ella. Mientras tanto, no les quedaba más que esperar, conversando, comiendo, leyendo alguna revista extraña o soñando el sueño de alguien más.
Algunos eran redondos como la luna, otros brillantes como las estrellas que vagan por el cielo nocturno, los había llenos de corazones, de flechas, inundados de pasiones infinitas. Los voladores, los rosados. Animales deseados y animales extraviados. Cada uno era una representación de la variedad de sentimientos e ideas. Estaban los pletóricos, apoteósicos, abstractos, los que ardían en llamas y los que nacían de amores impacientes.
Se abre la puerta. El silencio reina en la habitación de paredes celestes, con ventanas hacia algo imposible de describir, una mezcla entre jardines lilas y cielos verdes. El sol es un cristal iluminándolo todo. Sale un ser muy parecido a mí.
—Vengan todos —, les dijo... o les dije—. Dentro de poco voy a despertar y necesito de todos ustedes.
Y fue así como todos los personajes que he inventado mientras dormía encontraron un hogar en este relato.
Algunos eran redondos como la luna, otros brillantes como las estrellas que vagan por el cielo nocturno, los había llenos de corazones, de flechas, inundados de pasiones infinitas. Los voladores, los rosados. Animales deseados y animales extraviados. Cada uno era una representación de la variedad de sentimientos e ideas. Estaban los pletóricos, apoteósicos, abstractos, los que ardían en llamas y los que nacían de amores impacientes.
Se abre la puerta. El silencio reina en la habitación de paredes celestes, con ventanas hacia algo imposible de describir, una mezcla entre jardines lilas y cielos verdes. El sol es un cristal iluminándolo todo. Sale un ser muy parecido a mí.
—Vengan todos —, les dijo... o les dije—. Dentro de poco voy a despertar y necesito de todos ustedes.
Y fue así como todos los personajes que he inventado mientras dormía encontraron un hogar en este relato.
6 comentarios:
Qué güeno mi niña
Besos soñados
Muchas gracias a los dos por pasar por aquí, sentarse un ratito con mis bichitos y dejarles comentarios. Hay que ver lo contentos que se pusieron!
Besos.
Me gustó este micro. Imaginario, atrapante. Felicitaciones!
Oriana, el cuento que solicitaste ya está publicado en mi blog. Gracias por confiarme tu nombre.
siempre me atrapas, ahora lo haces con un atrapasueños...no despiertes aunque no estés dormida
besos =)
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